El abogado Enrique Zabala, quien defendió a Gastón Zárate, bautizado por la sociedad como "El Perejil" cuando fue detenido e imputado del crimen de Nora Dalmasso, cometido en noviembre de 2006 en Río Cuarto, opinó que hubo una "mala investigación" del caso y señaló que existió una "contaminación de pruebas" y un sesgo "clasista" en las hipótesis que orientaron la instrucción de la causa.
El abogado, luego de declarar como testigo en la 16ta. audiencia del juicio, manifestó a la prensa que el crimen de Dalmasso no llegó al esclarecimiento porque actuaron "muchos actores", como fiscales, forenses, peritos y policías, que "barajaron diversas hipótesis todas encontradas y con tres imputados por distintas causas con los mismos elementos" probatorios.
En esa línea, Zabala lamentó que no se haya llegado al esclarecimiento con los elementos que generalmente no tienen otras investigaciones, como el de contar con los mejores equipos científicos y la mejor tecnología, y consideró que el error pudo estar en "tratar de determinar el móvil (criminal) y no en determinar el autor".
El letrado también dijo que el proceso de investigación fue "prejuicioso" y "clasista" porque estuvo apuntando a "determinado estrato social", como el caso de Zárate, el pintor al que pretendieron inculparlo por el asesinato.
Al ser consultado por los medios sobre la acusación a Macarrón, el abogado dijo que "es difícil probar que alguien es autor intelectual, porque es difícil probar un convenio criminal con alguien", por lo tanto consideró que esta imputación "no va a alcanzar" para una sentencia condenatoria.
"Me da la sensación que este homicidio no fue espontaneo, es decir que no es que fueron caminando la vieron por la calle y dijeron vamos a violarla y matarla", sostuvo el letrado, quien añadió que a su entender "no era un ataque sexual".
Más testimonios
Otro de los testimonios de este miércoles fue de Ricardo Araujo, entonces colaborador del empresario Rohrer, quien afirmó que el sábado, cuando sucedió el homicidio de la esposa de Macarrón, aquel se encontraba en Buenos Aires y que incluso ambos se juntaron para comer un asado.
También declaró Guillermo Gonella que, al igual que Araujo, se refirió a que Rohrer se encontraba en Buenos Aires a la fecha del asesinato de Nora, tal como fue acreditado durante la instrucción de la causa.
Es que Rohrer está apuntado por los hijos de Macarrón (Facundo y Valentina) como sospechoso de tener vínculos o conocimientos sobre el asesinato.
Por otra parte, el médico cardiólogo Guillermo Auchástegui, declaró que él residía a pocos metros de la vivienda de Nora y que a partir del pedido de una vecina anoticiada del crimen fue hasta la casa de la víctima para constatar si tenía signos vitales.
Amuchástegui manifestó ante el jurado popular y el tribunal técnico de enjuiciamiento que desde hace más de 40 años es amigo de Macarrón, y que también era amigo de Nora.
El fiscal Julio Rivero preguntó al testigo si conocía de alguna relación extramatrimonial de Nora, a lo que Amuchástegui respondió que sabía de un "rumor que Nora salía con (el abogado Rafael) Magnasco", asesor del secretario de Seguridad provincial, Alberto Bertea, en la fecha del crimen.
Antes de pasar a cuarto intermedio hasta el jueves a las 9, el tribunal resolvió derivar a la Fiscalía unas actuaciones de la etapa de instrucción para que se investigue si corresponde acción penal contra del abogado Daniel Lacase, exrepresentante legal de Macarrón, por presuntas maniobras extorsivas.
En el juicio está como único acusado el médico traumatólogo y viudo Macarrón, a quien se le atribuye haber instigado el femicidio de su esposa, cometido presuntamente por sicarios, por lo que delito que se le imputa es "homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal", que contempla la pena de prisión perpetua.
Según la acusación que impulsa el fiscal Julio Rivero, unos meses antes del crimen Macarrón "en acuerdo delictivo con personas aún no identificadas por la instrucción, instigó el crimen de su mujer por desavenencias matrimoniales".
Para la fiscalía, mientras el acusado se encontraba en la ciudad uruguaya de Punta del Este participando de un torneo de golf, entre las 20 horas del 24 de noviembre de 2006 y las 3.15 del 25, al menos una persona ingresó en la casa de la familia, en barrio Villa Golf de la ciudad de Río Cuarto.
El homicida, "aprovechándose de la indefensión de la víctima, aguardó que ésta realice su rutina previa al descanso y abordó a Nora Dalmasso una vez que ésta se encontraba dormida en la habitación de su hija, ubicada en la planta alta de la vivienda", según el Ministerio Público.
En esas circunstancias y "cumpliendo el plan delictivo acordado previamente con Macarrón y sus adláteres, la tomó del cuello, ejerciendo una fuerte presión con sus manos, anulando así toda posibilidad de defensa".
Seguidamente, "utilizó el cinto de toalla de la bata de baño que se encontraba en la habitación, realizando un ajustado doble lazo alrededor del cuello, ocasionando la muerte por asfixia mecánica".