El jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, Carlos Bianco, sostuvo que "hay una parte de la oposición sin responsabilidades de gestión" que "fogonea campañas antiperonistas" a través de declaraciones "falsas" para generar desconfianza en el plan de vacunación contra el coronavirus. En una entrevista con Télam, el funcionario dijo que "pese a las operaciones de prensa" contra el operativo de inmunización "la gente ve la realidad y lo refleja en las urnas", destacó el "tremendo" esfuerzo del Gobierno nacional para que lleguen más vacunas y cuestionó lo que considera intentos por "privatizarlas".
Además, el jefe de Gabinete de Axel Kicillof rechazó las críticas respecto del reparto de las dosis y recalcó que la provincia será "muy estricta" con sus funcionarios si llega a detectar irregularidades en la asignación de turnos.
- Télam: ¿La polémica generada por las declaraciones de Beatriz Sarlo esta semana tuvo un propósito político? - Bianco: Es incomprobable, pero cuando uno analiza todos los capítulos de la secuencia, parecería que sí porque es una información que se dejó correr a finales de enero y nunca se aclaró. De repente, en medio del proceso de vacunación, sucedió esto. El capítulo final de esta secuencia, como único objeto para horadar la confianza y dañar la campaña, fue la tapa de Clarín, cuando ya estaba el asunto aclarado porque el gobernador hizo una gira por los canales y radios explicando bien lo que había pasado. Es uno de los capítulos más de la campaña furibunda contra la cuarentena, el aislamiento, los cuidados, el barbijo y la vacuna. Hay una parte de la oposición sin responsabilidades de gestión que está fogoneando estas campañas antiperonistas con declaraciones falsas que no dejan de raspar la confianza de la gente en el plan de vacunación.
- T: ¿Piensa que criticando el operativo de vacunación bonaerense también se busca defender la estrategia opositora de "privatizar" las vacunas? - B: Seguramente sí, porque ya lo dijeron a calzón quitado. Patricia Bullrich dijo que si ellos estuvieran gobernando, directamente hubieran vendido la vacuna. Quien pudiera pagarla, se la aplicaría y quien no, vemos. Algunas jurisdicciones entregaron las vacunas a las prepagas para que ellos la apliquen a sus afiliados. El punto es que nadie sabe cuál fue el criterio con que se distribuyeron: ¿al plan más caro primero, al plan intermedio después y, por último, al más bajo, vacunando primero al que más tiene? El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, hizo una fuerte autocrítica tras entregarle las dosis a las prepagas porque, dijo, "vacunaron hasta al perro y al gato" sin control. Quienes comulgan con el neoliberalismo plantean quien tiene plata accede a la vacuna, la educación o la salud pública, y el que no, se queda marginado. Yo no estoy de acuerdo, pero es su ideología. El pueblo argentino en general no está de acuerdo con esa ideología.
- T: ¿Las declaraciones de Sarlo y las irregularidades en el proceso de vacunación empañaron el trabajo que se hace para inmunizar a la población? - B: Es un intento. Lo que sucedió a nivel nacional, y a partir de lo cual el presidente (Alberto Fernández) tomó determinaciones claras y firmes, fue un error. Eso puede tener un impacto en la credibilidad. Pero, en general, cuando la gente en la provincia transparentemente se anota en una página web y todos los días recibe información de cuántas dosis van llegando y se van dando, le llega el turno, va al vacunatorio, no está más de media hora allí y se lo trata con todos los cuidados, se da cuenta de que lo que aparece en la prensa son las operaciones políticas que están detrás del proceso de vacunación, pero la realidad es otra. Como dijo el general Juan Domingo Perón: "la única verdad es la realidad" y la gente ve la realidad.
- T: ¿Piensa que la sociedad sigue confiando en el operativo? - B: Se intenta abollarlo permanentemente, pero en términos generales, la gente está muy contenta. No me paran de llegar mensajes por redes de personas que agradecen por la campaña con emoción y fotos. Lo que se vive en cada vacunatorio es hermoso. Llega la gente al horario pautado, no hay colas, ni largas esperas, aguardan en espacios a la sombra, se les ofrece agua, están sentados y con distancia. Esperan 30 minutos para ver si hay reacciones adversas. Todo el proceso se da con mucho cariño y mucho amor. No se puede tapar el sol con las manos con operaciones políticas.