La dura derrota en las PASO del último domingo empuja al oficialismo a replantearse su estrategia electoral. Con el objetivo de mejorar los números en las generales y meterse en el balotaje, Unión por la Patria (UxP) activará en las próximas semanas una campaña enfocada en el conurbano bonaerense para captar votos perdidos y bajar el ausentismo en un territorio clave para las aspiraciones de Sergio Massa y el kirchnerismo.
El candidato presidencial Sergio Massa enfrenta varios desafíos en un contexto de escasez de dólares, alta inflación y presión del Fondo Monetario Internacional (FMI) para bajar el déficit y cumplir con los vencimientos de deuda. En el plano electoral, el ministro de Economía debe -de mínima- contener a quienes respaldaron a Juan Grabois en la interna e ir en busca de los votos de Horacio Rodríguez Larreta (11%) y Juan Schiaretti (4%), además de seducir a los que el domingo no fueron a votar. Estos son representan un electorado moderado de centro que podría elegir al tigrense por encima de Bullrich o Milei.
“Ahora el escenario plantea dos candidatos de ultra derecha (Javier Milei y Patricia Bullrich) y Massa, indefectiblemente, se corre al centro. Es la única alternativa para los moderados”, aseguran.
El oficialismo sabe que tiene que bajar el ausentismo para llegar al balotaje, y para ello se pondrá en marcha un plan que implica “bajar más al territorio”. En el comando de campaña que dirige Eduardo “Wado” De Pedro creen que la baja participación -apenas el 68,5% del padrón concurrió a votar- “es una oportunidad”, especialmente en la Provincia de Buenos Aires.
El oficialismo baja al territorio para mejorar los números en el conurbano y disminuir el ausentismo
“Massa tiene para crecer, Juntos por el Cambio se estancó. Creemos que el electorado que no fue a las urnas es un votante, en buena medida, peronista”, explican en el oficialismo, donde desde el domingo por la noche ya bajaron el mensaje de que la estrategia consiste en polarizar de manera total con Milei.
En el gran bastión histórico del peronismo, la participación fue aún más baja que el promedio nacional (9.028.419 de 13.595.078 electores, el 66,4%) y hubo un 10,94% de votos en blanco.
“Hay que laburar sobre esos números para mejorarlos”, apuntan a TN en Unión por la Patria. Y revelan que el objetivo es sumar entre 5 y 7 puntos en las generales, un piso que les aseguraría -según sus cálculos- meterse en una segunda vuelta. Con esta nueva estrategia, los gobernadores e intendentes serán actores fundamentales; los encargados de convencer a la gente de que acuda a las urnas en octubre.
Pero hay otros datos que preocupan en el comando de campaña del oficialismo: uno es que Massa sacó menos votos que Axel Kicillof en dos secciones electorales claves: la primera y la tercera, las que contienen a buena parte del electorado de la provincia de Buenos Aires.
En la tercera -la más populosa, que abarca a la mayoría de los partidos del sur del GBA y algunos del oeste, incluyendo La Matanza- el gobernador Kicillof sacó el 35% ante (casi) el 33% de los dos candidatos de Juntos por el Cambio (JxC) sumados. Sin embargo, a nivel presidencial, en esa misma sección, Massa obtuvo 32%. En la primera -zona norte y parte del oeste-, en tanto, el triunfo de UxP fue más amplio: 41% de Kicillof versus 26% de JxC. Pero el ministro de Economía cosechó un 37%, mientras que los candidatos opositores mantuvieron sus números.
“Hubo corte de boleta, en algunos lugares entendible pero en otros fue un corte trabajado. Hay que unificar criterios, hablar con los intendentes y trabajar para que Massa levante”, insisten.
El otro dato que hizo encender las alarmas -y sobre el que también aseguran que van a trabajar en las próximas semanas- es que hubo intendentes bonaerenses que sacaron mejores resultados; y no solo que Massa, sino también que Kicillof.