Técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) trabajan en articulación con el sector público y privado para determinar los impactos productivos y ambientales de la bajante extraordinaria del río Paraná.
Según el INTA, la crisis del Paraná no solo es grave por la pronunciada bajante, sino también por su prolongación en el tiempo; y su impacto no solo se observan sobre el cauce, sino que se propagan en lo profundo de los territorios aledaños al río.
“La Cuenca del Paraná es un sistema complejo -represas, humedales, planicies aluviales, lagunas, delta- y de mucha extensión territorial", explicó Pablo Mercuri, director del Centro de Investigación de Recursos Naturales (CIRN) del INTA. Para Mercuri, "la normalización de su régimen hidrológico llevará tiempo y dependerá de la regularización de las lluvias; y no solo deben recuperarse los niveles hídricos de todos los reservorios naturales y de las represas en cuenca alta, sino también el nivel de reserva de agua en el perfil del suelo de cinco estados del Brasil en situación de sequía histórica”.