No todo lo que aparece en Internet es verdad, no todo lo que dicen los medios sincero. En algunos casos las fabricaciones son muy convincentes y esto puede ser peligroso.
Afortunadamente el Instituto Politécnico Rensselaer ha investigado el potencial de la inteligencia artificial para ayudarnos a distinguir las historias verdaderas de las inventadas.
La clave del éxito es la intervención temprana y personalizada.
Antes de las opiniones Según los investigadores de la institución la intervención de una IA es poco efectiva cuando se trata de tópicos tratados con frecuencia y sobre los que los lectores ya han formado una opinión.
Este es el caso del cambio climático y las vacunas.
Sin embargo, en los casos en los que el tema en discusión es nuevo o todavía no ha sido considerado por los lectores, existe una oportunidad para que las IA sean una herramienta de discernimiento.
El trabajo realizado en relación al coronavirus le ha enseñado a los investigadores que la única manera de parar las noticias falsas es actuar antes de que se formen las opiniones.
La clave es la confianza La guía que puede ofrecer una IA es además mucho más efectiva cuando se basa en formas de pensar que son naturales para la persona a la que quiere convencer.
Esto supone en algunos casos apuntar a la precisión de la información o la confiabilidad de las fuentes, entre otros aspectos.
El sistema ideal considerado por el instituto tiene dos objetivos, detectar las noticias falsas y convencer al lector con los argumentos adecuados.