La organización que regula la competencia en el Reino Unido (CMA) han iniciado una investigación sobre Apple. Varias empresas han acusado a la compañía dirigida por Tim Cook de abusar de su posición dominante en el mercado.
El punto clave es el control que la empresa tiene sobre la tienda de aplicaciones, y como consecuencia sobre todo el ecosistema.
La Apple Store es la única opción para vender programas a quienes poseen un iPhone o un iPad, no existen tiendas alternativas que compitan y puedan ofrecer otras condiciones para los desarrolladores.
La CMA busca determinar si la forma en que actúa la empresa supone menos opciones para los consumidores y el pago de precios más altos por el software.
Las acusaciones en sí no son algo nuevo, han ocurrido desde hace tiempo, pero los organismos reguladores a veces se toman su tiempo antes de actuar.
Comisiones Una consecuencia clara del control de Apple se da en los ingresos. La comisión que Apple le cobra a las empresas cuando venden aplicaciones en su tienda es del 30%, aunque en algunos casos baja al 15%. Aunque existen cierto parámetros para alcanzar la reducción en ocasiones Apple ha firmado acuerdos particulares para que ciertas aplicaciones paguen menos.
Más problemático es el hecho de que Apple tiene aplicaciones que compiten con aquellas a las que les cobra la comisión. Como puede ser el caso de Spotify y Apple Music.
Respuesta de Apple La respuesta de la compañía ante las acusaciones ha sido la acostumbrada. La App Store tiene estándares rigurosos destinados a proteger a sus usuarios contra el malware y prevenir el abuso en la recolección de datos.
Lo mencionado es cierto, un ecosistema cerrado le permite a Apple ofrecer un entorno más seguro y en términos general la empresa estadounidense ha tratado de proteger la privacidad de sus usuarios más que otras firmas.
Pero un motivo no necesariamente elimina otro. En última instancia, el nivel de riesgos que los usuarios quieran tomar y donde quieran depositar su confianza, no es algo que Apple deba determinar.