El Instituto Nacional de la Salud de los Estados Unidos (NIH) le ha otorgado a General Electric una subvención para el desarrollo de sensores en miniatura que tienen como objetivo detectar las nanoparticulas del coronavirus en diferentes superficies.
Los desarrolladores de GE no arrancan desde cero, sino con la experiencia de años trabajando en sistemas de control ambiental para el sector industrial.
La idea es que el producto final sea lo suficientemente pequeño como para que pueda ser incorporado a un dispositivo móvil. Detectar la presencia del virus en superficies podría ser un elemento importante para evitar la exposición al mismo.
El desafío es conseguir la misma potencia que puede encontrarse en instrumentos de laboratorio como un agregado para un teléfono o una tablet.
Contexto El beneficio otorgado es parte del programa RADx-rad del NIH cuyo objetivo es desarrollar nuevas herramientas para la detección del SARS-CoV-2 utilizando dispositivos hogareños. El programa cuenta con un presupuesto total de USD 200 millones.
Entre los ejemplos que la organización da para aproximaciones no tradicionales al problema del coronavirus se mencionan, entre otros puntos, los dispositivos móviles, la integración con sistemas de inteligencia artificial y el análisis de aguas servidas.
Proyecto a largo plazo La subvención otorgada tiene una duración de 24 meses, lo que no quiere decir que no veamos resultados antes. Sin embargo todavía quedan muchas pruebas a realizar, como por ejemplo verificar que los sensores pueden superar distintos tipos de interferencias. Por el momento los investigadores de GE se sienten muy confiados con la tecnología que están desarrollando.