Simple, ajustable y a un precio relativamente asequible, este ingenio puede ser una gran alternativa para muchos aficionados a los videojuegos.
Imagina que eres un aficionado a los videojuegos de carrera y estas dispuesto a gastar una suma considerable para sentir como si estuvieras dentro de un automóvil de competición, pero tampoco una suma exorbitante como las que requieren algunas instalaciones.
Si estás dentro de este, quizás algo específico, grupo de personas, entonces el Spectre Carbon 2.0 puede ser la solución que estabas esperando.
El carbon 2.0 es un armazon que reproduce el formato de la cabina de un auto de carreras. Ofrece un asiento bajo, espacio para estirar las piernas (aunque no demasiado), un tablero para apoyar un comando con forma de volante y una sección dedicada a sostener una pedalera. A todo esto hay que agregarle dos mesadas a los costados en las que se pueden apoyar otros periféricos más comunes como el mouse y el teclado.
Para armar Lo más destacable del Carbon 2.0 es que está compuesto por una serie de paneles de madera que deben armarse para dar forma a la cabina. En teoría esta tarea tarda menos de una hora.
Afortunadamente el asiento cuenta con una cobertura de espuma de alta densidad, lo que ayuda a que el cuerpo no adquiera una forma rectangular luego de horas y horas de juego.
A pesar de la sencillez de su diseño la estructura puede ajustarse a las dimensiones del usuario, lo que sin dudas es una ventaja para la comodidad del aficionado.
Precio El Sepctre Carbon 2.0 cuesta unos USD 250 en la versión para adultos y unos USD 175 en el caso de la dedicada a los niños. El precio es importante, pero un factor a considerar es que los videojuegos AAA en mercados como los Estados Unidos pueden llegar a los USD 60-70. Así que muy posiblemente para un aficionado al género de las carreras esta inversión no sea comparativamente tan importante y valga la pena.
Para quienes viven en América Latina es lógico señalar que el esfuerzo es bastante mayor.