Las autoridades ucranianas creyeron que habían descubierto una instalación para el minado ilegal de criptomonedas. Cientos de PlayStations eran empleadas para capturar los créditos del juego de EA.
Hace un tiempo les contamos como la policía británica irrumpió en un depósito esperando encontrar una granja de marihuana y se topó en cambio con una instalación para el minado de criptomonedas.
Algo similar ocurrió en Ucrania a principios de mes, cuando en una operación las autoridades descubrieron un complejo con unas 3800 consolas PlayStation 4 que se sospechaba se utilizaban para el minado de las divisas digitales.
Pero en realidad el objetivo de todo ese armado era otro, dado que se trataba de una granja para el minado de créditos del juego FIFA, de Electronic Arts ,vinculados al sistema Ultimate Team.
El negocio En el modo Ultimate Team los jugadores que puedes utilizar dependen de las tarjetas que los contienen y tengas a tu disposición. Estas se obtienen de paquetes con contenido al azar. Por lo tanto, la posibilidad de conseguir todos los miembros del equipo soñado es muy baja.
Salvo que compres una enorme cantidad de paquetes con dinero real y tengas algo de suerte.
Existe la oportunidad de adquirir los jugadores de forma directa a través de la sección de subastas con las monedas Fifa Ultimate Team. Pero los precios son todo lo que se puede esperar de un juego competitivo con muchos aficionados y oferta limitada. La cantidad de partidos y objetivos que deben completarse para acumular suficiente FUT es enorme.
Como consecuencia un mercado negro ha crecido alrededor de esta moneda a pesar de los esfuerzos de EA por evitarlo.
El esquema de la granja era sencillo. Las PlayStations estaban controladas por PCs que ejecutaban bots encargados de cosechar los créditos en el Ultimate Team. El objetivo era vender cuentas con una enorme cantidad de FUT acumulados o los FUT de una forma individual.
Electricidad Una vez más, uno de los aspectos que han impulsado la acción de las autoridades ha sido el consumo ilegal de electricidad. Algo similar hemos visto hace poco en Malasia.