Un estudio conocido como Trabajadores ocultos: talento no descubierto revela que en los Estados Unidos el 88% de los candidatos aptos para una posición son descartados por los sistemas automatizados.
Un estudio publicado por la Harvard Business School, realizado en conjunto con Accenture, ha revelado que los sistemas automatizados para la contratación de empleados han rechazado millones de candidatos no por sus méritos, sino por un error metodológico.
Un exceso de confianza en el software de lectura de resúmenes profesionales ha contribuido a las dificultades de muchas empresas para captar talento, y también a la de muchos profesionales a conseguir trabajo.
Los sistemas automatizados son utilizados por el 75% de los empleadores en Estados Unidos para filtrar candidatos.
Funcionamiento Los Sistemas de Seguimiento de Aplicantes le permiten a los empleadores establecer requisitos tales como título, certificaciones, licencias y marcas negativas, como puede ser el tener cargos criminales.
El problema es que algunas de las características negativas pueden ser demasiado sutiles. Una de ellas, por ejemplo, es tener grandes intervalos entre los trabajos detallados en el resumen. Los sistemas suelen eliminar a cualquier candidato con más de 6 meses de diferencia entre un trabajo y otro. En general esto sucede porque los empleadores creen que trabajadores con experiencia más reciente tendrán mejores habilidades. Pero muchos trabajadores excelentemente calificados para los puestos buscados a veces presentan estos intervalos como producto de causas excepcionales.
Hasta un 88% de los trabajadores altamente calificados para un puesto son descartados por no cumplir exactamente con el perfil establecido en el sistema.
Trabajadores perdidos El problema de los trabajadores perdidos debido en parte a los problemas que genera un software inflexible supone que tan solo en Estados Unidos existen unas 27 millones de personas cuyo talento está siendo desaprovechado.
Puede que los robots todavía no se hayan quedado con los trabajos de los seres humanos, pero las computadoras han comenzado a negárselos.