El responsable no ha sido Apple, sino un estudiante del Instituto Federal de tecnología de Suiza. Para lograr su objetivo tuvo que realizar tareas de ingeniería inversa sobre el iPhone y un conector que Apple le vende a algunas empresas asociadas.
Hace poco les contamos como la Unión Europea había puesto una fecha para el establecimiento de un formato único para los cargadores de los dispositivos electrónicos. El USB-C fue el elegido.
Este diseño ya ha sido empleado por la mayoría de los fabricantes, por lo que no debería ser un gran problema. Además todavía hay un tiempo de gracia para la adopción. Apple emplea el USB-C en varios de sus productos, pero curiosamente no en los iPhones e incluso se ha quejado señalando que la norma supondría un obstáculo para la innovación.
Poner estos puertos en los smartphones de Apple no debería ser demasiado complicado. De hecho ya existe quien lo ha intentado por su cuenta y ha logrado que funcionara perfectamente.
Desarmando y soldando Ken Pillonel es un estudiante de ingeniería robótica que actualmente está trabajando en una maestría en el Instituto Federal de Tecnología de Suiza.
Uno de sus proyectos personales es la adaptación de un iPhone X para su funcionamiento con el estándar USB-C.
Ken descubrió que Apple le vende a algunos asociados que fabrican cables para conexiones USB-C a Lightninng una conexión para el Lightning conocida como C94.
Luego de conseguir uno de estos cables lo desarmó para exponer la placa de circuitos del C94. La tarea no fue nada sencilla dado que por la forma en que están construidos es muy fácil romper dicho componente al intentar desarmarlo.
Si se considera que Apple es una de las empresas que se ha opuesto al derecho a la reparación, esta característica del diseño no parece ser accidental.
Luego desarmó el puerto Lightning de un iPhone y conectó los cables directamente al circuito del C94. Con eso logró su primer prototipo.
Ingeniería inversa El siguiente paso del proyecto fue descubrir como funcionaba el C94 para poder integrar el circuito a un componente que pudiera meterse en el iPhone. El riesgo era perder funcionalidad. Pero Pillonel logró su objetivo.
El primer iPhone con conexión USB-C.