Hace poco un NFT de la colección criptopunks fue vendido en más de USD 500 millones. Muy por encima de los precios que comúnmente se manejan en el mercado. Poco tiempo después se comprobó que el vendedor y el comprador eran la misma persona.
Hace unos días se produjo una venta que marcó un récord en la breve historia de los NFT. Unos 124.457 ether, el equivalente a unos USD 530 millones, fueron utilizados para adquirir un criptopunk.
Los criptopunks son una colección de caricaturas destinadas a su uso como avatares en redes sociales, tienen una definición que recuerda a los videojuegos de los 80 y 90 (24×24 píxeles) y son generadas por algoritmos. El nombre alude a la estética que domina la serie. Cada imagen tiene una página de perfil. En conjunto suponen un mercado de cientos de millones de dólares, las cotizaciones son en verdad impresionante, aunque por ahora ninguna imagen llega al nivel de la transacción que motiva este artículo.
¿Acaso esta operación suponía una nueva era para el mercado? ¿Había alguna razón válida para este valor que se había pasado por alto? No. Paso poco tiempo hasta que se descubrió que todo había sido una farsa. El comprador y el vendedor eran la misma persona.
La transacción se realizó a través de Larva Labs. Fue esta plataforma la que informó una hora después de completarse la operación que el NFT había vuelto a la billetera del vendedor. También se descubrió que el comprador utilizó un sistema de préstamo relámpago para financiarse.
Motivaciones Los motivos de esta maniobra ya han sido discutidos en el mundo de los aficionados a los NFT. El más obvio de ellos es la mejora de la valuación del token. Otro factor que entraría en juego es el prestigio que supone ser parte de una transacción de tan alto valor.
Algunos medios han señalado que en realidad el usuario solo quería probar el mecanismo de préstamo relámpago y gasta muchas criptomonedas.
Es importante señalar que las auto compras son un mecanismo de estafa. Se han utilizado recientemente en el mercado de los cartuchos de videojuegos. Un vendedor se compra a si mismo un producto a un precio elevado y luego apoyado en esa cotización lo ofrece nuevamente, o algún otro similar.
Es difícil imaginar que el vendedor-comprador haya tenido esta intención dada la gran diferencia de valor respecto al mercado en general, pero esta facilidad para montar una farsa debería alertar a muchos interesados en el mercado NFT.