El nuevo modelo pertenece a la línea CMP, que intenta suplir a la industria de la minería digital. La compañía espera de esta manera aliviar la presión que sobre las placas destinadas originalmente a los videojuegos.
La minería de criptomonedas se realiza mayormente a través de tarjetas gráficas. El crecimiento de esta industria ha supuesto un aumento en la demanda de estos ingenios, provocando cierta escasez y un aumento significativo de los precios.
Muchos fabricantes han intentado paliar esta situación dado que, aunque por el momento reciben importante beneficios de la demanda, el mercado del minado no es un espacio natural para dichas empresas y podría traerles grandes problemas a largo plazo.
Estrategias Algunos de los mecanismos que se han utilizado son el bloqueo del minado a través del software. También se han realizado cambios en el hardware de los nuevos productos. Ninguno de estos mecanismos parecen haber tenido éxito. Los mineros siempre le han encontrado la vuelta a los dispositivos.
A principios de año Nvidia, una de las más empresas importantes del sector, adoptó una nueva estrategia y lanzó una serie de dispositivos dedicados a la actividad del minado de criptomonedas. La idea es sencilla, brindar una solución específica y conveniente para la actividad y con algo de suerte descomprimir el sector que estaba originalmente pensado para los juegos. La línea CMP ofrecía modelos con potencias entre los 26 y los 86 MH/s.
Más recientemente la compañía ha lanzado al mercado la tarjeta gráfica CMP 170HX. En términos de potencia se destaca ampliamente, pero también lo hace en su precio, dado que actualmente se encuentra en algunas tiendas a unos USD 4600.
En comparación, la RTX 3090 puede alcanzar los USD 3000 y ofrece una potencia de 120 MH/s. La diferencia entre la placa minera y esta placa gamer de última generación es que la CMP consume mucho menos energía, lo que resulta conveniente a mediano y largo plazo.
¿Solucion? Lamentablemente, aunque apreciadas, las placas mineras no ha demostrado todavía ejercer un impacto sobre la totalidad del mercado. Con algo de suerte, si aumenta la producción, tal vez los aficionados a los videojuegos lleguen a ver el día en que puedan adquirir un GPU a un precio relativamente razonable.