Una actitud positiva frente al sexo y la búsqueda de nuevas sensaciones aparecen como características destacadas. La mayoría de los interesados son hombres. Un reciente estudio publicado en la revista Computers in Human Behavior intenta indagar en la actitud de los seres humanos respecto a los robots que ofrecen servicios sexuales. En particular, se ha puesto el foco en ver que aspectos pueden suponer una mayor aceptación.
Los parámetros empleados fueron: apertura, simpatía, escrupulos, neuroticismo (inestabilidad emocional) y extroversión. También se consideraron las actitudes en relación al sexo, en general, y la tecnología. En el relevamiento se consultaron a unos 500 adultos a través de un formulario online.
Interés antes que personalidad
Los resultados mostraron que las cinco características consideradas estaban muy débilmente conectadas a la aceptación de las prácticas sexuales con robots. Los investigadores no consideraron esto como una gran sorpresa dado la amplitud de los criterios.
Tampoco resulta sorprendente que las actitudes positivas frente a los robots estuvieron relacionadas con la erotofilia y la búsqueda de nuevas sensaciones. La tecnofilia también fue un factor, pero en menor medida.
Hombres, mujeres y robots
Tanto en el estudio realizado como en trabajos previos examinados, se advirtió que el interés de los hombres era mayor que el de las mujeres. Quizás esta sea la causa de que la gran mayoría de los robots sexuales tengan forma femenina. Sin embargo, los investigadores apuntan que las mujeres siguen siendo la grandes consumidoras de juguetes sexuales. Por lo que podrían ser el gran mercado a conquistar en el futuro.