El expolicía blanco acusado de matar a George Floyd "debía saber" que éste estaba muriendo mientras gritaba que no podía respirar porque el agente tenía su rodilla sobre su cuello, dijo este lunes el fiscal al inicio de los alegatos finales en el juicio por la muerte del afroestadounidense, que desató históricas protestas en Estados Unidos.
Floyd "pidió ayuda con su último aliento" y no era una amenaza para nadie mientras estaba tirado e inmovilizado en la vereda luego de haber sido detenido por la policía el 25 de mayo pasado en la ciudad de Minneapolis, estado de Minnesota, dijo el fiscal Steve Schleicher al jurado que debe decidir la suerte del expolicía Derek Chauvin.
"George Floyd suplicó hasta que no pudo hablar más", prosiguió el fiscal en un tribunal de Minneapolis, y dijo que a Chauvin "todo lo que se le requirió fue un poco de compasión y no mostró nada ese día"."Pidió ayuda con su último aliento, pero el oficial no ayudó. No siguió el entrenamiento, no siguió las reglas de uso de la fuerza del departamento, no realizó la reanimación cardiopulmonar", agregó. Según Schleicher, "George Floyd no era una amenaza para nadie, no estaba tratando de lastimar a nadie", informó la agencia de noticias AFP.