El embajador de Marruecos en Francia, Chakib Benmoussa, rechazó nuevamente este domingo las acusaciones que en los últimos días señalaban que su país espió al presidente francés, Emmanuel Macron, a través del software israelí Pegasus, de la empresa NSO, y afirmó que son "víctimas" de una campaña de "desestabilización".
"La relación entre Francia y Marruecos es especial, construida sobre la historia, sobre lazos humanos y culturales extremadamente fuertes, sobre intereses comunes; es una relación excepcional que también se renueva a la luz del desarrollo de cada uno de los dos países y los nuevos desafíos", explicó el diplomático.
Benmoussa apuntó hacia las "redes hostiles" que hay tanto en Marruecos como en Francia, así como "en otros lugares" como responsables de esta "lógica de desestabilización" contra Rabat, que ya días antes rechazó toda esta "campaña mediática".
La semana pasada, el diario Le Monde publicó que además de Macron, varios miembros del Gobierno y antiguos funcionarios, como el exprimer ministro Edouard Philippe, fueron objetivos en 2019 de una red de espionaje de Marruecos a través de Pegasus.