La gastronomía italiana facturó más de 20.000 millones de euros durante el verano, tras la quita de restricciones por el coronavirus que permitieron a bares y restaurantes abrir sus puertas al público dentro de los locales y sin límites de horario.
La definición de todo el país como "zona blanca", sin toque de queda ni obligación del uso de barbijo al aire libre durante todo el verano, permitió al sector gastronómico facturar "un valor superior a 20.000 millones de euros", estimó la asociación que nuclea a empresarios del sector, Coldiretti.
Según Coldiretti, la eliminación de restricciones dispuesta desde inicios de junio fue "una bocanada de oxígeno" para los cerca de 360.000 negocios del sector.
En ese marco, en medio de un crecimiento de la economía italiana de más de 5% previsto para 2021, la recuperación del sector "no puede ser puesta en riesgo" con el crecimiento de los contagios, indicó la asociación.
El estudio, publicado a horas de que Italia alcance el 70% de su población mayor de 12 años inmunizada, agrega además que las familias del país dedicaron durante el verano un tercio de sus gastos en alimentación a comer fuera de sus hogares.