El 23 de agosto de 2020, la ciudad de Kenosha, en el estado estadounidense de Wisconsin, se alzó en protesta luego de que policías blancos dispararan por la espalda a un joven negro, Jacob Blake, durante un intento de arresto y lo dejaran paralítico.
En la tercera noche de manifestaciones, Kyle Rittenhouse, de entonces 17 años y quien ya había publicado en internet varios mensajes en apoyo a la policía, se desplazó una treintena de kilómetros para "patrullar" la ciudad.
El joven, oriundo del vecino estado de Illinois, se unió a hombres armados que se autodenominaban "grupos de autodefensa" que buscaban "proteger" Kenosha de los manifestantes antirracistas.
Equipado con un fusil semiautomático, Rittenhouse abrió fuego y asesinó a dos hombres e hirió a un tercero. Todas las víctimas fueron blancas.
El joven fue arrestado poco después e inculpado por las muertes, pero fue puesto en libertad a cambio de una fianza de 2 millones de dólares.
Su juicio comenzó este lunes en Kenosha con la selección de 12 jurados y ocho sustitutos, y debe durar entre dos y tres semanas. El acusado podría ser condenado a cadena perpetua.
Este jurado deberá ser "justo e imparcial" para llegar a "una decisión racional" en este asunto "tan político" que ha sido tan seguido por los medios en el país, destacó el juez Bruce Schroeder, que preside el proceso, informó la agencia de noticias AFP.
Se espera que los fiscales presenten al acusado como un extremista de derecha llegado a Kenosha para enfrentarse a los manifestantes antirracistas.