Miles de personas asistieron este Viernes Santo al tradicional viacrucis de la religión católica en el Coliseo Romano. Se trata de una de las devociones de mayor fervor que consiste en pasar en procesión ante una serie de 14 cruces que representan los últimos momentos de la vida de Jesús antes de la Resurrección.
El papa Francisco, que fue hospitalizado la semana pasada por una bronquitis, no presidió el clásico evento del Viernes Santo aunque lo siguió desde su residencia en el Vaticano por el “intenso frío”, según comunicó la Santa Sede.
“Debido al intenso frío de estos días, el Papa Francisco seguirá el viacrucis esta tarde desde la Casa Santa Marta, uniéndose a las oraciones de quienes se reunirán con la Diócesis de Roma en el Coliseo”, informó la oficina de prensa del Vaticano horas antes de que comience el ritual.
Una ola de frío inusual para este período del año azota la capital romana desde hace unos días, con temperaturas que no superan los 10°C por la noche. Así, la decisión fue tomada para proteger la salud del pontífice, debido a que el viacrucis es nocturno y se lleva a cabo al aire libre ante el célebre monumento romano, con la asistencia de fieles y turistas de todo el mundo.
El Papa lavó los pies de doce presos
El Jueves Santo, el Papa acudió a una cárcel de menores en la periferia de Roma, donde participó en una misa y además se levantó de su silla de ruedas para lavar los pies de doce presos como recuerdo de la Última Cena, un gesto que realiza cada año.
Francisco, que salió del hospital Gemelli tras permanecer ingresado tres días por una bronquitis, apareció en buena forma y presidió la misa en un lado del altar como estaba establecido debido a sus problemas en la rodilla que le impiden estar mucho tiempo de pie.
Lo mismo hizo en la mañana del mismo día durante la misa Crismal, que conmemora la institución del sacramento del orden sacerdotal por Jesucristo durante la Última Cena y está dedicada a la renovación por parte de los sacerdotes de los votos de pobreza, castidad y obediencia.
Allí, pronunció una homilía en la que pidió a los sacerdotes que eviten las divisiones, que después “fomentan partidos y cordadas” en la Iglesia.
Por su parte, el viacrucis es un recorrido anual que cada Viernes Santo centenares de fieles realizan en el Coliseo de Roma, a través de catorce meditaciones que narran la subida al Calvario de Jesús, su crucifixión y su colocación en el sepulcro.
El año pasado, parte del recorrido estuvo dedicado a pedir la paz tras el estallido de la guerra de Ucrania, aunque la presencia en el viacrucis del año pasado de una mujer ucraniana y rusa llevando la cruz juntas en una de las estaciones provocó las quejas de la embajada ucraniana ante el Vaticano.
El Sábado Santo, el papa presidirá la Vigilia Pascual y el domingo en la plaza de San Pedro oficiará la Misa de Resurrección e impartirá la tradicional bendición Urbi et Orbi asomado en el balcón central de la fachada de la basílica vaticana, según el programa.