El Ministerio de Salud Pública recuerda a la población que, en días de altas temperaturas, se corre el riesgo de sufrir insolación o golpe de calor, lo que puede poner en peligro la vida al provocar daños en el cerebro y otros órganos vitales como el corazón, los riñones y los músculos.
Los golpes de calor suelen producirse por permanecer demasiado tiempo expuesto a elevadas temperaturas sin la debida protección y sin hidratarse. Otra causa puede ser el ejercicio excesivo para la edad y la condición física de la persona, sobre todo si se realiza bajo el sol o en lugares poco ventilados.
El mayor riesgo es para los adultos mayores, niños pequeños y personas enfermas o con sobrepeso. Para evitar complicaciones, se recomienda consumir abundante agua, aunque no se sienta sed, proteger la cabeza con sombrero o gorra, usar ropa clara y liviana y evitar realizar actividad laboral o deportiva bajo el sol en las horas de mayor intensidad.
También se aconseja utilizar protector solar para prevenir quemaduras y usar lentes oscuros de buena calidad, para evitar daños en los ojos.
Síntomas
Cuando una persona ha sido afectada por un golpe de calor, presenta fiebre de 40º o más; se observan cambios en el estado mental o de comportamiento; la piel está caliente y seca o hay sudoración excesiva; la piel se ve enrojecida; hay náuseas o vómitos; el pulso está acelerado; la respiración es rápida; hay dolor de cabeza; la persona se desmaya o entra en estado de coma.
Saber actuar
Ante la presencia de síntomas de golpe de calor, lo primero que se debe hacer es llamar al SAMEC.
Mientras tanto, colocar a la persona afectada en un lugar con sombra y lo más fresco posible, en posición semi-sentado, con la cabeza levantada para favorecer la respiración y retirarle la ropa para reducir la temperatura corporal.
Si fuera posible, colocar a la persona en una bañera con agua fría, o pasarle una esponja o paño mojado en agua fresca. Darle aire y colocarle compresas de hielo o toalla humedecida en el cuello, frente, nuca, axilas e ingle.
Darle a beber pequeños sorbos de agua fresca o alguna otra bebida que no contenga alcohol ni cafeína. Es importante que la ingesta de agua sea en muy pequeñas cantidades y no de golpe, para no empeorar el cuadro.
Si hay pérdida del conocimiento, practicar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) mientras llega la ayuda médica. Si no se sabe realizar esta práctica, colocar a la persona acostada, con las piernas flexionadas.