El duro alegato y el pedido de condena del fiscal Diego Luciani en la causa Vialidad llevó a la vicepresidenta Cristina Kirchner a realizar un descargo vía redes sociales que inició con argumentos judiciales para descalificar la tarea de la fiscalía y la causa en general y relacionar al "macrismo" con la presunta corrupción en la obra pública, pero terminó con un discurso político y casi electoral en el que, además, convocó a todo el peronismo.
La exposición que la vicepresidenta realizó durante más de una hora y media vía streaming desde su despacho en el Senado estuvo ambientada con una importante movilización de militantes que se apostaron en la puerta de su departamento primero y frente al Congreso después, lo que resaltó el tono político del hecho, más allá de la cuestión judicial.
El discurso de Cristina Kirchner tuvo tres líneas básicas. La primera fue cuestionar "los criterios de los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola" que pidieron para ella una condena de 12 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, al destacar que los testigos citados por ellos no arrojaron "pruebas" contra ella.
La segunda fue la exhibición de conversaciones entre el ex secretario de Obras Públicas José López -también imputado en la causa- y el empresario Nicolás Caputo, amigo del ex presidente Mauricio Macri, para afirmar luego que "eran ellos los dueños de los 9 millones de dólares" que le encontraron al ex funcionario.
La última línea es la clave de su reaparición: una defensa de los 12 años de gobierno kirchnerista y la advertencia de que "esto no es un juicio a Cristina Kirchner, es un juicio al peronismo, a los gobiernos nacionales y populares, a los que pelamos por la jubilaciones, el salario, la memoria, la verdad, la justicia".
Esto, dicho en medio de una manifestación en su favor y luego de haber apuntado contra Macri y su gestión, se constituyó como un alegato político que potencia un poco más la posibilidad de una candidatura de Cristina Kirchner en 2023. En el PJ bonaerense ya se especula con que se presente como senadora por la Provincia.
La estrategia de Cristina Kirchner: meter al "macrismo" en el juicio
Cristina Kirchner realizó su descargo luego de que el Tribunal Oral Federal 2 (TOF 2) que la juzga por presunto direccionamiento de la obra pública para favorecer al empresario Lázaro Báez rechazara el pedido para ampliar su declaración indagatoria. La vicepresidenta montó la transmisión desde su despacho del Senado, rodeada de colaboradores que le acercaban documentos del expediente y los mostraban en patalla.
Con esos papeles, la vicepresidenta dio lugar a la línea "judicial" de su exposición, donde intentó demostrar inconsistencias en la causa. Allí remarcó que en 2015 hubo "un sobreseimiento" en una causa judicial "sobre 49 de las 51 obras" que abarca el nuevo juicio que, según afirmó, se basó en "una ficción que relataron" los medios de comunicación.
Además de atribuir esto a un hombre de la gestión de Macri como Javier Iguacel, ex interventor de Vialidad Nacional, Cristina Kirchner afirmó que "absolutamente nada de lo que dijeron fue probado y además se comprobó que era exactamente al revés de lo que decían, y eso se puede ver en los más de 100 testigos citados por el Ministerio Público Fiscal".
La vicepresidenta leyó declaraciones de "los testigos de los fiscales Luciani y Mola" que negaban haber advertido irregularidades en el manejo de la obra pública y sostuvo que "cuando los fiscales ven que no tienen ningún tipo de prueba, que no es como ellos decían, porque habían adoptado el guión de los medios, lo que hacen es ir a otro juicio".
En este punto, ubicó la segunda línea de su exposición: el intento por vincular el escandaloso caso de López, detenido tras haber sido captado escondiendo bolsos con u$s9 millones, con "el macrismo". Durante unos 40 minutos Cristina Kirchner se dedicó a leer conversaciones entre el ex funcionario, Caputo y otros empresarios de la construcción y a resaltar dos cosas: "la familiaridad" con la que hablaban y el hecho de que "los fiscales no vieron esto".
"Esta familiaridad con Caputo del secretario de Obras Públicas que es miembro de la asociación ilícita de la que yo soy jefa ¿no les llamó la atención? Notable", disparó Cristina Kirchner en un cuestionamiento directo a los fiscales y, en una referencia a la relación de López con empresarios de obra pública bajo su gestión, agregó: "La que me siento una boluda, soy yo".