Elon Musk, CEO de Tesla, ha sido uno de los grandes promotores de las criptomonedas. Recientemente hemos tenido varias noticias suyas relacionadas con el Dogecoin, una divisa que ha tenido un crecimiento récord durante este año pero que aún así es considerada por muchos como una opción menor.
El Bitcoin es la gran apuesta del empresario. Tesla adquirió hace poco una gran cantidad de dicha criptomoneda y anunció que la aceptaría como medio de pago. La divisa se disparó con el anuncio y un tiempo después la empresa pudo vender una parte y obtener ganancias.
Unos USD 101 millones de ganancia por el 10% de sus bitcoins.
Cambio de planes Sin embargo ya no es posible comprar los autos eléctricos de Tesla con bitcoins. La compañía ha optado por dejar de operar con esta moneda debido al impacto que su sistema blockchain tiene en el medioambiente.
Musk ha señalado en un tuit “Estamos preocupados por el rápido crecimiento en el uso de combustible fósil en la mineria y las transaccines de Bitcoin, especialmente el carbón, que es el peor emisor entre todos los combustibles”.
Tras este anuncio el bitcoin cayó un 6%.
Tesla no venderá sus criptomonedas, el plan es utilizarlas en cuanto las operaciones mencionadas obtengan la energía que necesitan de medios más ecológicos.
Musk espera encontrar una opción de criptomoneda que utilice un 1% o menos de energía para sus transacciones que el Bitcoin.
Una contradicción a explotar El cambio de posición respecto a las criptomonedas es solo temporal y solo en parte sorpresivo. Musk había demostrado su interés por encontrar soluciones tecnológicas al cambio climático y ofrecido una recompensa a quien presentara la mejor solución para la captura de carbón.
Ante esta oferta muchos señalaron que existía una gran contradicción entre esta iniciativa y la apuesta por el bitcoin que la compañía había hecho.