La idea de las autoridades es asegurar la independencia tecnológica del país. Esta iniciativa no es nueva, pero el conflicto comercial con los EEUU le ha dado nuevo impulso. Los países que aspiran a ser potencias en lo político, económico y en ocasiones militar, toman muy en serio el aspecto tecnológico. No solo el nivel de los sistemas que utilizan, sino la capacidad para sostenerlos de forma independiente. Desde hace un buen tiempo Estados Unidos y China se encuentran en un estado de permanente tensión. La capacidad del primero para imponer restricciones a las importaciones de tecnología del segundo ha tenido gran impacto en las compañías de origen chino. No es arriesgado señalar que también en las agencias del gobierno.
Cambio de equipo
El gobierno chino ha decidido que ya ha tenido demasiado de todo esto. Por dicha razón ha establecido que durante los próximos 2 años unos 50 millones de computadoras deben reemplazarse. La cifra tiene en cuenta solo a los equipos utilizados por el gobierno central.
China tiene compañías que podrían beneficiarse enormemente de esta decisión. Entre ellas Lenovo y Huawei, que ha decir verdad hace tiempo necesita una buena noticia.
Cambio de sistema operativo
Con el cambio de hardware se espera que también ocurra un cambio en el sistema operativo. Windows depende de Microsoft, una empresa que a menudo está compitiendo por contratos con agencias de inteligencia estadounidense. Si apuntamos a menudo a Huawei por esos vínculos, tenemos que hacer lo mismo con la compañía fundada por Bill Gates.
El reemplazante sería Deepin, una distribución de Linux que lleva ya un buen tiempo de desarrollo en China. Hasta ahora esta versión no la ha tenido fácil, pero quizás este sea un momento de inflexión definitivo.
Perjudicadas
Entre las empresas más perjudicadas estarían la ya mencionada Microsoft y Adobe, en el área del software, y Dell y HP en el del hardware.